El comienzo de esta obra fue más literario que visual. Un clásico medieval fue el punto de partida y fue ramificándose y volviendo a unirse.
“El labrador y la muerte” figura entre los clásicos mayores de la edad media y ya desde mi adolescencia, me llamó la atención, como esa idea base había sido fuente de inspiración para muchas otras obras en todas las ramas de las artes, incluidos el cine y el comic.
Investigando y buceando en búsqueda de aquellas bifurcaciones e inspiraciones, es que se llegó a la “Danza de la muerte”.
La Danza de la muerte es un texto en verso, que se cree que se representó y bailó en el siglo XIV
En ella, la Muerte va llamando a bailar a diversos personajes, como el Papa, el Obispo, el Emperador, el Sacristán, el Labrador, etc., al tiempo que les recuerda que los goces mundanos tienen su fin y que todos han de morir.
Muchos artistas plásticos usaron este tema para sus obras, entre ellos Hans Holbein el Viejo (quién publica una serie de grabados en 1538 y en quien se basa esta obra).
Por medio de apropiación e intervención de parte de estos grabados de Holbein es que se llega a la presente obra.
La relación con la gráfica y el comic es evidente, más allá de la impronta utlizada. Estos grabados no fueron realizadas como obras indpendientes, sino que fueron realizadas como obra conjunta para publicarse. Y dado el carácter referencial de cada imagen, podemos considerarlos u antecedente del comic. por lo tanto, en los dos extremos de la punción escópica, está presente el medio gráfico.
